9 enfoques para enfrentar el cambio y sus estrategias para el cambio exitoso
Por: Saúl E. Morales
Si sabemos que el cambio es inevitable, si sabemos que es imposible lograr la competitividad de una organización a menos que cambie constantemente, es más, si sabes que como seres humanos no tenemos más remedio que evolucionar. Entonces: ¿Por qué es tan difícil implantar cambios en las organizaciones; ¿por qué cuesta tanto que las personas cambien sus prácticas, se emociones y sus pensamientos?
Primero, repasemos el concepto de “cambio”.
El cambio es el estado de la naturaleza que le permite su evolución constante. Es la actividad consciente que emprendemos para modificar nuestros pensamientos, emociones y conductas, agregándole nuestro propio estilo.
Por otro lado, la tradición es el esfuerzo que realizamos las personas para contrarrestar al cambio.
Sabemos que los cambios de se dan de dos fuentes: la fuente interna resulta de una necesidad o un gusto por cambiar que es intrínseco: el impulso es interno a la persona. La fuente externa resulta de un incentivo externo, de modificaciones que se dan alrededor de nosotros y que nos empujan, nos obligan, a decidir cambiar.
Con el sistema 9FP, hemos identificado 9 formas de enfrentar el cambio y, con ellas, 9 estrategias para lograr que todos, de acuerdo con su personalidad, abracen e impulsen el cambio personal y organizacional. Aquí están las 9 formas, ordenados de los más orientados al cambio a los menos propensos a cambiar.
Muy orientados al cambio
DETONADOR GENIAL
Acepta el cambio como parte natural de la vida, se entusiasma ante la posibilidad de cambiar y se adecua a las nuevas condiciones con alegría.
COMPAÑERO DISPUESTO
Se siente cómodo desempeñándose en procesos ya establecidos y alcanza un buen nivel de desempeño en ellos. En la presencia de cambios, mostrará buena disposición; en general los aceptará y los apoyará, algo que hará mejor si se le da una estructura y unas herramientas para ajustarse a la nueva forma de trabajo.
REALIZADOR EXITOSO
Asume y acepta el cambio si éste le representa una utilidad o un sentido práctico que considera adecuado para su beneficio personal y para su desempeño.
Medianamente orientados al cambio
VISIONARIO ERUDITO
Acepta muy bien los procesos de cambio social, científico y filosófico, pero se le dificultan los cambios que le impactan en sus tradiciones personales.
ESTÉTICO ARTÍSTICO
Impulsa el cambio con un enfoque novedoso y diferente, pero mostrando poco interés en el proceso.
DIRECTOR ASERTIVO
Acepta el cambio una vez lo haya interiorizado y se sienta parte responsable del mismo, así como aquel que considere justo y beneficioso para sus subordinados; tiende a implantarlo a su manera.
Poco orientados al cambio
ESTRATEGA COMPROMETIDO
Enfrenta el cambio con duda y temor, entendiéndolo como una amenaza o identificando los peligros que el cambio conlleva.
LEGISLADOR IDEALISTA
En vista de que prefiere las situaciones estructuradas y predecibles, se resistirá naturalmente al cambio. Lo afrontará de manera positiva sólo si éste obedece a una mejora tangible en los procesos o la forma de trabajar.
SEGUIDOR RUTINARIO
Definitivamente prefiere los procesos rutinarios y es muy eficiente en ellos, considera innecesario el cambio particularmente porque lo obliga de salir de su zona de confort.
¿En cuál de estas categorías te encuentras?
Espera el próximo artículo, en él, explicaremos estrategias, técnicas y actividades para facilitar el proceso de cambio.